Creo en Vos

Realmente escribo estas líneas desde la indignación de la falta de contenido. Que significa “creo en vos”: es la frase dicha por un discípulo, un creyente a su Creador. Los católicos cuando recitamos el Credo damos testimonio público de muestra creencia. Pero… acá estamos hablando de votar a un candidato para gobernador o presidente de la nación, que no tendría que ver con la fe. Aunque votar hoy en día es un acto de fe.
Cuando uno vota, busca un candidato que lleve a cabo el proyecto en el cual uno se siente identificado, y no por un sentimiento.
Con el uso de este eslogan “creo en vos” nos revela que los ideólogos de campaña se centraron en el discurso postmoderno para hacer política; donde lo que importa es lo que vos sentís, que no estás solo, en tus afectos, por eso es que te dicen que te tienen fe a vos y se omite hablar de proyectos o de procesos en el cambio de las situaciones u hechos que están mal o deben mejorar.
Con el resultado de las elecciones veremos si el estilo de campaña les da resultado. Pero no quiero dejar pasar que, aunque dé resultados, no deja de vaciar de contenidos a la política, es decir, estamos a la deriva de los sentimientos igual que están dos adolescentes que recién se enamoran, sabiendo que ese amor de adolescente es efímero y dura hasta que aparece otro. Complicado es manejarnos así, sobre todo cuando hablamos de gobernar un país o una provincia porque estamos en el terreno de la inestabilidad de los sentimientos.

El Eterno Retorno -Pensar antes de votar IV-

Los Sabios Griegos con frecuencia hacían referencia al concepto filosófico del eterno retorno; y con ello, querían demostrar que todo vuelve, que hay un ciclo vital del que no nos podemos escapar; entendiendo ese ciclo de manera fatalista, del que no salimos porque estamos al arbitrio de los dioses.

Que sabios que eran aquellos filósofos si nos ponemos a pensar en la economía de nuestro país y del actual mundo. Una muestra de ello es escuchar las declaraciones del ex director gerente del FMI Michel Camdessus cuando reconoce que se equivocaron con algunas recetas económicas en la Argentina .

Pero el FMI o el Banco Central Europeo, no aprendieron del desastre que nos hicieron y ahora llevaron al mismo precipicio a Grecia y, tal vez, a otros países más; por ello afirmo que ese concepto es tan vigente y real como se planteaba en la antigüedad.

Excepto, en Ecuador que se animaron a armar un comisión que estudió la deuda externa y comprobó que era fraudulenta, planteo una quita y se la sacó de encima. Es clara la relación entre el eterno retorno y el endeudamiento de los países. El sistema capitalista, genera las posibilidades para que nos endeudemos y quedemos entrampados en una tela de araña de la que no se puede salir.

Para salir de ella, hay que salir del planteo económico. Es necesario, estudiar seriamente cómo nació la deuda, donde se utilizó es plata y quienes fueron los responsables de dicha calamidad. Los invito a que vean el documental debtocracy http://www.youtube.com/watch?v=KX82sXKwaMg donde de manera muy gráfica verán como están planeadas las estrategias económicas para que el eterno retorno sea eterno.

Este tema lo planteo en mi blog como pensar antes de votar porque no nos podemos hacer los desentendidos del tema, ya que, el problema de la deuda fraudulenta y corrupta fue y es uno de los problemas más serios que nos tocó vivir en nuestra sociedad democrática (recomiendo consultar «el informe Olmos») . Entonces, por qué ningún gobierno tuvo el ánimo serio de investigar el origen de nuestra deuda, de declararla deuda odiosa y no pagarla. Esto para mi es la clave para pensar que la mayoría de nuestros gobiernos fueron de derecha, y aunque hicieron algunos beneficios para el pueblo, sus verdaderos interlocutores son los centros de poder económico.Por ello, depende de nosotros que nos salgamos del eterno retorno de los cálculos matemáticos – económicos – y entremos a la legalidad de la verdad para cortar el ciclo nefasto de la deuda.

El Fin del Trabajo -Pensar antes de votar II-

Jeremy Rifkin, en el año 1995 nos propone en un libro con el título de este artículo las dificultades que se producen en las sociedades para sostener el trabajo.

Maslow nos propone (en contra de lo que dice el medio pelo argentino) que el primer organizador es el trabajo y no la educación. El problema argentino es que falta trabajo real y bien pago y que a ello lo acompañe la instrucción y no al revés.

Entonces lo que está crisis es el paradigma de “trabajo para todos”. Estamos en una época que los que ostentan el poder no están dispuestos a obtener menos ganancias de las que obtienen y para seguir obteniéndolas, es necesario que ahorren en mano de obra producto de los logros que la tecnología les está brindando.

Y entonces, ¿qué se hace con las personas que no tienen trabajo? Se las subsidia. No hay otra posibilidad, hay que repartir subsidios para que la gente no se muera de hambre, para que no nos terminemos de desintegrar socialmente y que no se produzca una crisis tan grande que nos matemos los unos con los otros.

Por ello, aplaudo a este gobierno con los planes de subsidios que brindó. Lo que les cuestiono es que no tienen la capacidad para pensar cómo salimos de este sistema de post-mercado capitalista; y que se animen a pensar otra sociedad posible donde el casi pleno empleo sea una verdad y en el que todos podamos vivir dignamente con el trabajo de nuestras manos o mentes.

Las necesidad básicas satisfechas -Pensar antes de votar I-

Hace unas semanas se votó en España regidores y alcaldes. Del resultado obtenido se pueden sacar varias conclusiones:

1. Victoria rotunda del Partido Popular. (la derecha)
2. El P.P. tuvo más votos que la última elección, pero lo rotundo fue la baja de votantes y asistentes a votar que hizo que el PSOE, pierda. Producto del descrédito que sufre el gobierno en el manejo de la crisis.

Tiene lógica pensar que cuando estamos pasando por una crisis o una situación de incertidumbre social o personal, los humanos tendemos a buscar la seguridad (del poder, de las ideas, etc) para sostenernos mientras pase la turbulencia.

Lo que no entiendo o me cuesta entender es que esa seguridad sea brindada por un partido que fue acusado y que está envuelto en situaciones muy graves de corrupción, ya que, refugiarse en corruptos como seguridad es poco confiable.

Desde este lado de la orilla, vemos que nos sucede algo parecido. No paran de aparecer situaciones importantes de corrupción; Jaime, los secretarios privados de la Presidente, la fortuna realizada con las compras de tierra en el Calafate, la Ministra de Economía, y ahora, Schoklender.

Es innegable que poder tener un gobierno impoluto durante 8 años es imposible. Las personas que se necesitan para gobernar son tantas que es imposible poder auditar y controlar todas las situaciones.

Entendiendo lo anteriormente expresado, no logra satisfacer mi entendimiento que, aunque se hayan hecho cosas buenas, nos acostumbremos o soportemos la corrupción, y no nos animemos a buscar un nuevo gobierno que sostenga las cosas buenas que está haciendo el actual gobierno, pero sin robo.

Por eso creo que nos movemos con el criterio de Maslow y nos cuesta salir del primero “las necesidades básicas satisfechas”. Es propio de psiquis pobres en su crecimiento, producto de muchos años de pobreza social, que no pueden trascender de su propio ombligo y mirar un poco mas allá, dejando de buscar la mísera satisfacción personal (la clase media que viaja a EEUU en el uno a uno, el demo dos de Martinez de Hoz, el me dieron la jubilación de los K).

Pensar estas situaciones desde Maslow me hace entender un poco mas cómo nos ven los políticos nacionales y a donde apuntan en el momentos de lanzar propuestas o hacer acciones de gobierno: “a lo momentáneo” porque la psiquis de la persona que busca tener sus necesidades básicas satisfechas sólo puede pensar en hoy.

Modelo o Proyecto de País -Pensar antes de votar III-

Cuando el gobierno habla del modelo, a mí, no me queda claro que quiere decir. Una de las razones de dicha situación es que nunca se tomaron la molestia de escribirlo y darlo a conocer (o por lo menos no llegó a mis manos).

Me gustaría pensar en este escrito la diferencia que existe entre la expresión modelo y proyecto.

Cuando se habla de modelo se hace referencia a algo externo a uno, que se lo puede observar y se lo copia. En la filosofía Platón nos hablaba de un personaje, “el demiurgo”, que miraba al mundo de las ideas, que estaba lejos e inaccesible, donde estaban los “modelos” de las cosas y los copiaba en la tierra. El demiurgo era un artesano que copiaba lo que veía.

Si decimos Proyecto de País, nos hace referencia a algo distinto de lo anterior, primeramente a proyecto, que es, reunir varias ideas para llevarlas a cabo, es una planificación que consiste en un conjunto de actividades que se encuentran interrelacionadas y coordinadas. Por lo tanto, para armar un proyecto cómo del que estamos hablando es necesario tener un equipo interdisciplinario debido a la complicación del tema.

Entonces, no es lo mismo la utilización de un término o de otro. Porque habla de una concepción ideológica muy distinta. Es decir, para realizar un modelo, necesitamos un copista, para realizar un proyecto necesitamos gente capacitada que arma un equipo y concensúa.

En la Argentina, la última vez que se plasmó un Proyecto de País fue en la época de la Generación del 80′; nos damos cuenta que pensaron un país donde la educación se relacionaba con el trabajo, donde la inmigración era la base de la mano de obra que se debía incorporar a una nación de recién comenzaba.

Obviamente, mi posición política no coincide con los contenidos del proyecto de la Generación del 80′ pero eso no significa que no valore que las personas que integraron ese grupo pudieron pensar un país en su totalidad.

Lamentablemente nuestros políticos no están a la altura de poder pensar en estos términos y eso hace que tengamos que padecerlos, junto con sus decisiones.

Comparación Política.

En España hace unos días que se vienen manifestando jóvenes, se hacen llamar “M 15”. Es una plataforma que exige cambios en la política y economía del gobierno de Zapatero. La novedad es que nadie los representa, sin líder, y solicitan transparencia y oportunidades para tener un futuro digno, reclamo básico de cualquier sociedad.

Hace dos días, la Presidente Argentina, en un discurso hizo alusión de lo que sucede en España dando entender que nosotros fuimos precursores y que acá se hizo caso a la demanda de la gente. Parece ser que ayer se lo olvidó, ya que, ella designó a quien iba a ser el candidato para Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dicho designación es fruto del más rancio estilo jerárquico de gobernar designando a “dedo” al delfín, y la gente, los afiliados, solo están para aplaudir lo que los iluminados deciden.

Por ello, creo que lo que mejor definen a los políticos es denominarlos como corporación; y esta definición se la puede aplicar en casi todos los países democráticos y no solo pensar en el tercer mundo.

Podemos observar como los políticos se aislaron de la realidad que nos circula a todos, están discutiendo cosas que a ellos solos les interesa, y luego, transan en negociaciones por debajo de la mesa sin ningún escrúpulo para no peder el poder que han obtenido.

Queda claro, entonces, que los políticos argentinos no aprendieron de lo que paso el 2001, lo mismo sucederá a los políticos españoles, como no aprendieron los políticos franceses hace dos años con las revueltas en los barrios de la periferia de París, como no están aprendiendo los políticos griegos.

Entonces podemos penar que la dificultad de esta situación es: que las movilizaciones populares quedan en quejas de descarga, en desahogo popular propio de una sociedad postmoderna que se junta y en el quejarse se siente acompañada en esos hitos sociales. Pero que no logran entablar una buena comunicación, ya que la relación es Light – postmoderna-, que derive en un entramado social y en la articulación del cambio con estructuras que plasmen el sentimiento de indignación. En la Argentina no lo supimos hacer y , por ello, volvió la misma corporación que utiliza distintos palabras para que nada cambie.

El aspecto positivo de estas movilizaciones es el saber que esta sociedad “global” está dejando de ser indiferente – y por ello postmoderna- comenzando a conscientizarse de la necesidad del reclamo para que las cosas cambien, que ya comenzarán a plasmarse.

Importancia de la Ley.

En estos días de diciembre se perciben muchos conflictos sociales, es claro, que muchos de ellos son fogoneados para generar un clima de crispación; pero no se puede negar, que estan asentados sobre una base seria de descontento poblacional y de situaciones no resueltas.
Un estilo de gestion gubernamental, nacional o provincial, que no sabe auditar a las empresas tercirizadas, que gestina el dinero de todos como si fuera propio, que lo dilapidandolo en dádivas y no generando estructuras productivas, que se sostengan en el tiempo, generando trabajo productivo para la población que reclama fuentes dignas para vivir.
Cómo esto la democracia todavía no lo trajo pero si trajo grandes focos de corrupción impune, debido a una justicia complice y lenta, produce mucha violencia.
Este sentimiento de impotencia, bronca y hastío no puede no generar otra cosa que erupciones de focos de violencia (quemas, tomas de tierra, etc). Se percibe un estado de falta de reglas claras que nos regulen a cada uno como ciudadanos y regulen al gobierno como gobierno, ya que, los que detentan el poder «temporariamente» también deben estar bajo la ley que ordena y regula.

En el Borde.

En la clínica, cada día más se nota que la gente que pide ayuda está dentro de lo que llamamos “border-line” y, esto obviamente tiene que tener alguna connotación social.

Podemos pensar entonces que, una persona que camina por el límite, es decir, que no terminó de estructurarse psíquicamente, necesitará buscar seguridad para no caerse del borde, por lo cual, la lógica de dicha búsqueda es aferrarse a algo seguro porque es muy angustiante vivir en la línea, ya que, la fantasía que está en juego es el brote, o sea caerse.

Ejemplifiquemos; pensemos lo que nos sucedería si estuviéramos caminando en un lugar con constantes movimientos del suelo, esta continua inestabilidad nos provocaría un desgaste de energía psíquica impresionante, debido a que estaríamos todo el tiempo en vigilia esperando el desenlace del temblor que nos derribaría. Estoy convencido de que el sentimiento de inestabilidad constante es algo horrible e irritante.

Por ello, se hace necesario encontrar algo o alguien que nos sirva de bastón o de sostén para tolerar estos “movimientos interiores” de inestabilidad.

Si lo anteriormente dicho lo transpolamos a un análisis social, observaremos cómo se hace culto a la persona. Por ejemplo, piensen en algún presidente, ex-presidente, un papa o ex-papa y constatarán la adhesión o aversión que provoca en la sociedad llegando a dividir familias luego de una acalorada discusión.

Son pocos los que, cuando se habla de un mandatario, analizan la gestión de gobierno de esa persona; en realidad, lo que se hace es buscar identificarse con ella y así, aferrarse para sostenerse en ella; ese aferrarse puede ser un lugar de crítica sin piedad o de defensa a ultranza sin sentido a dicho mandatario. Es decir, lo que está en juego es que me sostenga a mí y no me deje caer del borde y poco importa lo que la otra persona hace o es.

Qué discurso sostenemos.

Esta sociedad argentina globalizada, que cada día está más convulsionada por sus cambios internos y externos, nos hace vivir sin parámetros claros en todos los aspectos en los que estamos insertos. Se puede observar la falta de criterio en los precios que se solicitan ya sea para alquilar un departamento, para valuar el metro cuadrado y la inexistente relación con los sueldos que se cobran o bien, en las exigencias que se solicitan para la vacante de un trabajo que no coinciden con el magro sueldo que se pagará.

Podemos pensar muchas ejemplos más que demuestran la divergencia de criterios entre lo buscado, la realidad y lo que debería ser.

No es frecuente en mi vocabulario hacer referencia a lo “que debería ser”, ese imperativo categórico, esa referencia moral, me resulta en general, agotadora; pero, en este momento, creo que es clave porque a lo que hacemos referencia es al modelo de país.

Cuando se logra marcar un rumbo en un país y, por sobre todo establecer prioridades, se logra que todo lo demás se ordene según su importancia en la ejecución de lo prioritario. Esta simple formulación teórica es clave para cualquier organización y estilo de vida, ya que, si no hay orden, hay desorden y con ello, locura porque no hay parámetros claros.

Ejemplifiquémoslo: el discurso social (medios, familia, políticos) de la importancia de la educación (instrucción es el término correcto) como ascenso social “sin estudios no sos nada”. Cuando en realidad los colegios son comedores debido a la necesidad de alimentación o guarderías porque no se sabe qué hacer con los chicos cuando los padres trabajan. Hace varios lustros que en las aulas no circula el saber, sino el pasar el tiempo. Cuando los alumnos observan que el profesional de su familia gana lo mismo que el que no lo es, que cuesta conseguir trabajo aunque se posea un título y que si se lo conseguís es por contactos y no por lo estudiado.

Por eso es peligroso pregonar normas morales que en la práctica son falsas porque se valora el dinero obtenido fácil y rápidamente, se valora una estética adolescente que es efímera antes que la solidez del estudioso.

Entonces, sería bueno que adecuemos nuestro discurso a lo que realmente vivimos… y así tal vez nos daríamos cuenta de que tenemos que cambiar la realidad distorsionada y loca que se ha creado.

Intimidad, dinero, soledad.

Víctor Frankl constató en su labor clínica que a sus pacientes les costaba hablar de ciertas cosas íntimas y dichas cosas eran sus valores, sus sentimientos y su espiritualidad.

Con anterioridad al fundador de la logoterapia, la sociedad se “cubría” de mostrar su cuerpo. Era un valor “el ser sexuados” para vivir en la mas íntima privacidad y con el mayor decoro, porque hablaba de las “partes íntimas”, de las pasiones y los deseos que personas de “bien” no debían mostrar.

Considero que hay una dimensión en la persona, que por ser íntima se trata con mucho cuidado y no siempre se muestra por miedo a que la lastimen o critiquen. Está claro que lo que critican es a la persona misma.

Hoy se puede comprobar que la sociedad no tiene los mismos criterios que antaño, y que a dichos criterios no pretendo someterlos a un juicio de valor, sino mostrar sus diferencias. Estamos inmersos en este siglo XXI, en un cambio epocal profundo, que tocará las fibras más importantes de nuestro ser social y humano.

En la actualidad se comprueba que al estar inmersos en una sociedad “capitalista” o “post-capitalista”, los valores son los propuestos e impuestos por el capital y todo lo que de él se desprende. Esto lo podemos observar con claridad en las parejas que no tienen problema en “intimar sexualmente” y “no intimar económicamente”, es decir, donde compartimos la pareja con otras parejas, pero no la billetera.

Entonces, lo íntimo es el dinero y no el cuerpo o los sentimientos que pueden ser mostrados o compartidos sin tapujos.

El dinero no es sólo el simple billete, manifiesta algo más profundo: mantenerse en la individualidad y negarse o verse imposibilitado de compartir.

Por ello, cada vez más se constatan viviendas unipersonales, personas que se juntan para hacer actividades externas en conjunto, amigos con derechos a roce, novios con cama afuera, jóvenes adultos que viven con los padres. Por otro lado, se escuchan conversaciones que hacen referencia a la soledad en que se vive, y se podría afirmar que se trata de “una soledad vivida en grupo”.

Podríamos concluir entonces trasladándolo a un análisis sociológico que se lo que se busca el bien personal a costa de pisar el bien común, y no se percibe que ese placer individual capitalista es el germen de la soledad que tanto se padece.